Me han dicho que tengo cáncer. No sé cómo reaccionar y me siento perdida

“Me han dicho que tengo cáncer. No sé cómo reaccionar y me siento perdida”.

Cuando una persona recibe la noticia que tiene cáncer, es posible que vengan a su mente pensamientos y emociones que terminan desencadenando una serie de conductas o manifestaciones.

Una de las herramientas que la psicología utiliza para hacer frente a estas situaciones, es la terapia cognitivo-conductual. Desde Ibions, además de ayudar a mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes, también queremos ayudar a que la información médica y psicológica, sea clara y de fácil entendimiento. Para trabajar en este objetivo voy a explicar qué es la terapia cognitivo-conductual, para qué se utiliza, en qué consiste y en qué te puede ayudar si eres diagnosticado de cáncer.

La idea central de esta terapia se basa en considerar que los hechos en sí mismos, no son los únicos o principales determinantes de nuestros estados emocionales y nuestra conducta. Considera que es determinante el modo en que procesamos los acontecimientos, el diálogo interno, los pensamientos automáticos, nuestras valoraciones y creencias. Todo esto es lo que determina el comportamiento y las emociones que sentimos ante las situaciones.

Con esta idea, es posible que ya puedas imaginar que la frase que titula este artículo, nos invita a pensar que podemos averiguar y trabajar sobre los pensamientos y creencias que hay detrás de ese no sé cómo reaccionar.

Tengo cáncer ¿que hago??

De este modo, el primer paso de la terapia es identificar emociones y conductas disfuncionales (que no nos ayudan) e identificar creencias irracionales que las suscitan. Este tipo de creencias no son realistas y no sirven para conseguir objetivos, y normalmente se expresan en los términos de necesito…” , esto es terrible”, es catastrófico”, no puedo soportarlo…” , debería…” , tengo que…”, que son absolutistas y maximalistas.

El segundo paso será refutar esas creencias irracionales y sustituirlas por las creencias alternativas racionales. Para esto, enseñaremos al paciente a sustituir los debo” , necesito” , tengo que” , etc., por expresiones relativas tales como quiero” , deseo” , prefiero”, etc. Se trata de diferenciar entre valores no absolutos (preferencias, deseos) y valores absolutistas (demandas, necesidades, imperativos).

El punto final del tratamiento es lograr un sistema de creencias adaptativo, es decir, cambiar exigencias por preferencias, por lo que respecta a uno mismo y a las otras personas. Debemos recordar que el objetivo final del cambio cognitivo es modificar las conductas, es decir, las verbalizaciones, actividades y emociones.

Voy a clasificarte de manera sencilla las categorías cognitivas o de pensamientos:

  1. Pensamientos automáticos. Es el diálogo interno que solemos tener: contenidos exagerados debería…”, tendría”, es un desastre…”, y tienen consecuencias emocionales como la tristeza, la alarma, la catastrofización. Ejemplos, antes del diagnóstico, de pensamientos automáticos: voy a morir pronto”, nunca podré llevar una vida como antes”, la gente me va a rechazar”. Ejemplos ante una prueba diagnóstica: no puedo con esto”, no resistiré hasta el final”, lo peor está por venir”, “¿aguantaré esto?”. Ejemplos ante un tratamiento: la cirugía no resolverá mi cáncer”, esto es horrible”, estaré mutilada para el resto de mi vida”. Ejemplos tras una sesión de radio o quimioterapia: qué mal lo he pasado”, qué mal lo he hecho”, todo el mundo pasa por esto menos yo”.
  1. Creencias intermedias. Son de tres tipos:
    I) actitudes, como por ejemplo es terrible que mi función sexual no sea igual que antes de la prostatectomía”.
    II) reglas, como por ejemplo, es mejor no hacer nada que poner en ridículo”, hablar con mi mujer del tema, así como utilizar viagra o prótesis, resulta cómico”.
    III) supuestos, como por ejemplo, si tengo que hacer algo que me cuesta mucho, seguro que resultará un fracaso, me sentiré peor, por tanto, lo mejor es no hacer nada”.
  1. Creencias nucleares. Son el nivel fundamental, puesto que son creencias globales, rígidas, duraderas y generalizadas acerca de sí mismo y del entorno. Representan el conjunto de experiencias biográficas. En el caso del cáncer se deben evaluar las creencias nucleares del paciente con relación a sí mismo, a los otros, al personal sanitario y al cáncer. Algunos ejemplos son no me puedo comparar con nadie”, no soy atractiva, no me puede querer nadie”, no valgo nada”, los médicos solo van a lo suyo, no tienen en cuenta mis intereses y cómo me afectará”.
  1. Hay un cuarto elemento que llamamos distorsiones cognitivas, que son sesgos o errores en el procesamiento de la información. Por ejemplo el tipo de sesgo de leer la mente: el médico y mi familia no quieren preocuparme, pero se han dado cuenta de que esto va fatal”, a mis compañeros de trabajo les doy lástima”.

Después de leer esto, quizás te preguntes: oye Ángel, ¿pero realmente se pueden cambiar estas creencias o ideas?La respuesta que nos aporta la psicología y la terapia cognitiva es que sí, que las creencias disfuncionales se pueden cambiar y establecer nuevas creencias más útiles y funcionales. La idea central es identificar los pensamientos automáticos, las creencias intermedias, las creencias nucleares, para después trabajar con herramientas psicológicas en conseguir el cambio cognitivo y comportamental.

Si ahora te preguntas “¿y cómo se consigue hacerlo?, aquí te muestro los pasos que propongo a los pacientes que ayudamos en Ibions:

a) Ser consciente de tus patrones de pensamiento.

b) Aprender a reconocer los pensamientos disfuncionales.

c) Observa esos pensamientos como automáticos.

d) Aprender que esos pensamientos son negativos, distorsionan la realidad o son inútiles y solo generan malestar o sufrimiento.

e) Sustituir esos pensamientos.

f) Comportarte de modo productivo y útil para conseguir las metas deseables.

Espero que esta lectura te haya resultado útil para entender de qué manera trabajamos en el área de Psicología en Ibions, y te lanzo una pregunta y un reto: “¿Has trabajado alguna vez para identificar tus pensamientos automáticos y creencias disfuncionales?” Te invito a que nos contactes y trabajemos en ello.

Muchas gracias por el regalo que me has hecho: tu tiempo.

Un abrazo,

Ángel Vergara Vallejo, Psicólogo de Ibions.

Referencias:
Beck, J.S. (2008). Terapia cognitiva. Barcelona: Gedisa
Cruzado, J.A. (2010). Tratamiento psicológico en pacientes con cáncer. Madrid: Síntesis.
Moorey, S. Y Greer, S. (2002). Cognitive behavior therapy for people with cancer. Nueva York: Oxford University Press.

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